Cómo eras de niña?Súper activa, bailaba y cantaba en todos lados¿Qué miedo conservas de la infancia?El miedo a la oscuridad y a dormir sola. Yo todavía prefiero dormir en el mismo cuarto con mi hermano cerquita.El juguete que más recuerdasUna muñeca enorme de trapo, con unas piernas larguísimas y más grande que yo ¡Era lo máximo! (risas)El cuento infantil que más recuerdaUno de una ranita que perdía su cobijita.Si fueras una comiquita o un superhéroe ¿Cuál te gustaría ser?Sería una de las Bratz.Prefiere actuación o animaciónActuar, definitivamente es lo que me encanta.¿El talento se tiene o se cultiva?Es algo que se tiene pero debes desarrollarlo, así que creo que hay que prepararse, estudiar y mejorar.¿Cuál reconocimiento anhelas?Un OscarLa mejor obra que has vistoTodo lo que tenga que ver con improvisación, a mí me parece dificilísimo. Una vez fui a una que la gente metía en un papel un tema y los actores improvisaban.¿Con quién te gustaría trabajar?Johnny DeepAlgún ritual para ponerte creativaCuando no me puedo concentrar me pongo a saltarSi escribieras un cuento sobre tu vida, ¿cómo se llamaría?Las Aventuras de María Gabriela¿En qué amuleto crees?No creo mucho, pero de que vuelan vuelan. Para los estrenos me gusta vestirme de blanco y siempre saco a pasear las maletas en Navidad (risas)¿A qué eres adicta?A masticar hielo¿Qué recomiendas de Venezuela?Absolutamente todo. Sus playas, montañas, La Gran Sabana. Venezuela es un país muy privilegiado porque tiene de todo, es increíble.¿Cuál sería la mayor recompensa de tu trabajo?El cariño del público siempre es la recompensa del actor. Claro que si me dan un Oscar no me pongo brava (risas).
